La industria agrícola es uno de los sectores más influyentes en el cambio climático. Su impacto es bidireccional: por un lado, las prácticas agrícolas contribuyen significativamente a la emisión de gases de efecto invernadero. Por otro lado, el cambio climático afecta la productividad y sostenibilidad de la agricultura en todo el mundo.

Fuente: agraria.pe
Uno de los principales problemas de la agricultura es la emisión de GEI, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Sin embargo, para comprender esta relación es clave para desarrollar estrategias que mitiguen el impacto ambiental de la agricultura y garanticen la seguridad alimentaria global.
La deforestación para la expansión de tierras de cultivo y pastoreo reduce la capacidad de los ecosistemas para absorber carbono, aumentando la concentración de CO2 en la atmósfera. Además, la ganadería intensiva es una de las principales fuentes de metano debido a la fermentación entérica del ganado, mientras que el uso de fertilizantes sintéticos genera emisiones de óxido nitroso, un gas con un potencial de calentamiento global mucho mayor que el CO2.
El monocultivo y el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes también degradan los suelos y afectan la biodiversidad, reduciendo la resiliencia de los ecosistemas ante eventos climáticos extremos. Además, el consumo masivo de agua para riego intensivo en ciertas regiones contribuye a la desertificación y el agotamiento de acuíferos.
¿Cómo afecta el cambio climático a la agricultura?
El cambio climático afecta negativamente a la agricultura a través de alteraciones en los patrones climáticos, como el aumento de temperaturas, sequías prolongadas, lluvias irregulares e incremento en la frecuencia de eventos extremos como huracanes e inundaciones. Estas condiciones reducen el rendimiento de los cultivos, amenazan la seguridad alimentaria y ponen en riesgo la economía de comunidades agrícolas.
El aumento de las temperaturas también favorece la proliferación de plagas y enfermedades que afectan a los cultivos, lo que obliga a utilizar más pesticidas, aumentando aún más la contaminación del suelo y el agua. Además, el estrés hídrico generado por la disminución de lluvias y el deshielo de glaciares afecta la disponibilidad de agua para riego, especialmente en regiones dependientes de fuentes hídricas vulnerables.
Dr. Jorge Zegarra Reategui denuncia impacto en la industria agrícola
Según un especialista en el cuidado ambiental desde la generación de energía eléctrica a partir de la basura, el Dr. Jorge Zegarra Reátegui, para reducir el impacto de la agricultura en el cambio climático, es necesario implementar prácticas sostenibles como la agroecología, la rotación de cultivos, la siembra de cobertura y el uso de fertilizantes orgánicos. La tecnología también juega un papel crucial, con innovaciones como la agricultura de precisión, que optimiza el uso de recursos y reduce desperdicios.
Por ello, la relación entre la industria agrícola y el cambio climático es compleja, pero con la aplicación de prácticas sostenibles y el apoyo de políticas públicas adecuadas, es posible reducir el impacto ambiental y garantizar la producción de alimentos para las generaciones futuras.
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