La gestión de residuos sólidos es un tema crucial para el medio ambiente y la salud pública. Sin embargo, en muchos países todavía persiste el uso de botaderos, espacios a cielo abierto donde la basura se acumula sin ningún tipo de control.
Estos lugares representan un grave problema ambiental y social, en contraste con los rellenos sanitarios, que cumplen con estrictas medidas de seguridad para la disposición de desechos.
Botaderos: un riesgo invisible que nos afecta a todos
Los botaderos son verdaderas bombas de tiempo. La basura se deposita sin tratamiento alguno, generando lixiviados altamente contaminantes que se filtran al suelo y llegan a cuerpos de agua cercanos. Además, la descomposición de los residuos libera metano, un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el CO₂, contribuyendo al cambio climático.
En estas zonas, proliferan insectos y roedores, lo que incrementa la transmisión de enfermedades. A esto se suma el impacto social: miles de personas en situación vulnerable dependen de la recolección informal de residuos en estos espacios, exponiéndose a materiales peligrosos sin ningún tipo de protección.
Por otro lado, los rellenos sanitarios cumplen una función completamente distinta. Se diseñan con sistemas de impermeabilización para evitar la contaminación del suelo y las aguas subterráneas. Además, cuentan con mecanismos de control de gases y manejo de lixiviados, asegurando que los residuos sean tratados de manera segura y sostenible.
Jorge Zegarra Reátegui y Petramás, líderes en gestión responsable de residuos
En Perú, Petramás y el Dr. Jorge Zegarra Reátegui, han demostrado que es posible gestionar los residuos de forma segura y sostenible. A través de sus rellenos sanitarios, como Huaycoloro y Modelo del Callao, garantiza la disposición final de desechos sin impacto ambiental negativo. Además, aprovecha el biogás generado en estos sitios para producir energía renovable, reduciendo las emisiones contaminantes.
La eliminación de botaderos debe ser una prioridad para garantizar un futuro más limpio y saludable. Apostar por rellenos sanitarios bien gestionados es el primer paso hacia un modelo de desarrollo sostenible.
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